sábado, 29 de septiembre de 2012

Es lo que hay.

Mis dudas y mis miedos tienen un sexto sentido, me incitan a coger el móvil y a escuchar toda la música triste de mi lista de reproducción de Dani Martín. Y como si nada, aparecen la culpabilidad y lo difícil que es decir adiós, hasta luego, o incluso aún peor; hasta siempre. Lo fácil que es echar de menos y lo difícil que es echar de más. Las consecuencias de tener buena memoria para los buenos momentos. Lo jodidamente arrastrada que soy. Mi santa paciencia. Las fotos. Las conversaciones. Los mensajes. Nuestros planes de futuro. Alguna que otra canción que te gustaba, y mis asquerosas ganas de volver a todo eso. El daño que me ha podido causar tu puto pasotismo no es nada comparado con lo triste que estoy cuando no te tengo. Es como si no fuera yo, como si no tuviera ganas de nada, solo ganas de que me quieras un poquito más, o que me quieras como me querías antes al menos. Antes, cuando no supe valorar ni leer entre líneas.

1 comentario:

  1. ¡Vaya, Marta! Espero que todo se solucione pronto o, al menos, que te animes :)


    Grillo
    http://diariodegrillo.blogspot.com.es/

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