MADRES: unos seres amables, preocupados, más dulces y permisivos que los padres. Mujeres casi perfectas en su papel, con reglas para relacionarse con sus hijas bien delimitadas: mucho cariño, poca intromisión en las crisis emocionales, vigilancia para conservar las normas, tardes de compras, protestas por horarios y llamadas telefónicas, zumos de naranja y caricias contra la fiebre... Madres.
Como todas. Elllas nos miran con preocupado recelo y nosotras tratamos de evitarlas para que no profanen el pequeño universo que vamos creando desde el principio. Un mundo forjado a fuerza de imitarlas y a la vez detestarlas.
Mamá, gracias por haber estado conmigo en todo momento.